Veloces y terroríficos, los pequeños monstruos y vampiros se apoderaron de piruletas, caramelos, chocolatinas y todas las chucherías que los espantados vecinos les entregaron para exorcizarlos y liberarse así de sus mordiscos y arañazos.
La Asociación de Monstruos y Vampiros agradece a todos los vecinos su colaboración, y se disculpa por las molestias ocasionadas… prometiendo regresar el año próximo. ¡Preparaos!
Bruna di Neubourg
Puertas abiertas en Llucmaçanes en la noche de Halloween